El expresidente sirio Bashar al Assad y su familia han llegado a Rusia tras la caída de su gobierno en Siria, según confirmaron fuentes oficiales. Rusia otorgó asilo al líder por "motivos humanitarios" después de que rebeldes sirios tomaran Damasco en una ofensiva que marcó el fin de su régimen. El Ministerio de Exteriores ruso afirmó que Al Assad aceptó pacíficamente ceder el poder, lo que generó celebraciones entre los insurgentes, quienes declararon un toque de queda en las zonas liberadas.
Esta transición se produce en un contexto de transformación en Medio Oriente, donde la guerra civil en Siria ha dejado millones de desplazados y devastación durante más de una década. La implicación de Rusia, aliado histórico del régimen sirio, subraya la complejidad geopolítica del conflicto y los retos que enfrenta la región hacia una reconstrucción.
La comunidad internacional sigue de cerca el desenlace de esta situación, mientras Al Assad permanece bajo la protección del Kremlin. Para muchos, su salida simboliza el fin de una era de opresión, pero también abre interrogantes sobre el futuro de Siria y su proceso de reconciliación.
Fuentes: BBC News, Al Jazeera, The Jerusalem Post, Israel National News.
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