Cada 4 de enero, México conmemora el Día Nacional del Periodista, una fecha establecida en honor al aniversario luctuoso de Manuel Caballero, considerado el padre del periodismo moderno en el país.
Esta efeméride busca reconocer la labor de quienes, a través de su trabajo informativo, contribuyen al fortalecimiento de la democracia y la libertad de expresión.
Sin embargo, en los últimos años, el ejercicio del periodismo en México se ha visto gravemente amenazado. Según datos de Reporteros Sin Fronteras (RSF), México lidera la lista de países con más periodistas desaparecidos, acumulando 30 casos que representan el 30% del total mundial.
Además, en 2024, se registraron 54 asesinatos de periodistas a nivel global, de los cuales cinco ocurrieron en territorio mexicano, situando al país en el tercer lugar mundial en este lamentable indicador.
La violencia contra la prensa en México no solo se manifiesta en asesinatos y desapariciones, sino también en agresiones, intimidaciones y censura. Organizaciones como Artículo 19 han documentado un patrón sistemático de hostigamiento hacia periodistas, especialmente en regiones controladas por el crimen organizado, como Culiacán.
Esta situación ha llevado a que México ocupe el puesto 121 en la clasificación anual de RSF sobre libertad de prensa.
A pesar de la existencia de mecanismos estatales de protección para periodistas, su eficacia ha sido cuestionada. Algunos comunicadores han sido asesinados incluso estando bajo escolta policial, lo que evidencia la necesidad de reforzar y replantear estas medidas de seguridad. La impunidad prevaleciente en los crímenes contra periodistas agrava la situación, fomentando un clima de autocensura y temor en el gremio periodístico.
La libertad de prensa es un pilar fundamental de la democracia, permitiendo la libre expresión de opiniones y la investigación de temas de interés público.
No obstante, en México, este derecho enfrenta serias restricciones debido a la violencia y la falta de garantías para su ejercicio pleno. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha señalado que la libertad de expresión es un síntoma de una democracia sana, subrayando la importancia de proteger a quienes ejercen el periodismo.
En este contexto, el Día Nacional del Periodista no solo debe ser una fecha de reconocimiento, sino también de reflexión y acción. Es imperativo que el Estado mexicano implemente políticas públicas efectivas que garanticen la seguridad de los periodistas y combatan la impunidad en los crímenes cometidos en su contra. Solo a través de un compromiso real con la libertad de prensa se podrá asegurar que el periodismo continúe siendo un instrumento de justicia, transparencia y fortalecimiento democrático en México.
La comunidad internacional también juega un papel crucial en este desafío, al visibilizar la problemática y exigir al gobierno mexicano el cumplimiento de sus obligaciones en materia de derechos humanos y libertad de expresión. La solidaridad y el apoyo a los periodistas mexicanos son fundamentales para enfrentar la violencia y garantizar un entorno donde la prensa pueda ejercer su labor sin temor.
El Día Nacional del Periodista en México se celebra en un contexto de violencia y desafíos significativos para la libertad de prensa. La conmemoración de esta fecha debe ir acompañada de acciones concretas que protejan a los periodistas y promuevan un entorno seguro para el ejercicio de su profesión, reconociendo su invaluable contribución a la sociedad y a la democracia.
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